El bar deportivo en Muro: alquiler por 500 euros, pero la letra pequeña permanece

Precio de alquiler asequible, gran reserva

Quien en estos días pase por Muro, ve el centro deportivo en la Plaça de l’Esport, las canchas de bochas y la palestra de uso habitual. Solo una cosa parece abandonada: la pequeña cafetería junto a la entrada. El municipio la ofrece ahora por simbólico 500 euros al año — un precio que provoca interés de inmediato. Pero: hay una etiqueta gruesa en la oferta.

¿Por qué tan barato?

Hace dos años, un arrendatario pagaba aún cifras altas. El municipio redujo la demanda poco a poco, tras varios operadores que fracasaron. Lo que parece generosidad es, en realidad, un intento de evitar un cierre permanente. El bar está vacío, la máquina de café acumula polvo, el refrigerador apenas zumbaba.

La pega: el próximo operador debe asumir un contrato de trabajo existente. Se trata de un empleado que lleva tiempo de baja médica y cuyo salario la municipalidad incluye en el contrato de alquiler — aproximadamente 1.500 euros al mes, según los documentos presupuestarios. Para los pequeños operadores puede convertirse en una carga rápida, incluso con un alquiler bajo.

Política y críticas

La fracción de oposición considera poco transparente la sucesión de etapas del alquiler. Habla de varios informes y estudios encargados por el ayuntamiento, pero sin éxito para soluciones viables. Algunos vecinos se sienten irritados por el procedimiento: ¿por qué primero estudios, luego recorte progresivo, y ahora una oferta con obligación de personal?

Voces municipales explican que la cuenta es simple: es preferible renunciar a ingresos por alquiler que dejar la infraestructura abandonada. Además, dicen, el tema del personal es un antiguo contrato que la administración no puede romper fácilmente. Un compromiso clásico, que no agrada a todos.

¿Qué significa esto para Muro?

Para los locales, abrir el bar sería práctico: después del entrenamiento, tomar un café con leche, padres esperando a sus hijos, un punto de encuentro para grupos de mayores. Por otro lado, el riesgo financiero es real: ¿quién asumirá las inversiones en cocina, mobiliario y requisitos de higiene?

Mi consejo, observado de cerca: los interesados deben leer con atención, hablar una vez con el ayuntamiento y revisar los números. 500 euros suenan a regalo. En realidad es una oferta con condición. ¿Bastará para dar vida a la cafetería? Ya se verá en los próximos meses.